QUÉ ES | 2017

ANTI MODERNIDAD

"Pos-modernidad" es el movimiento de desencanto, desmitificación y ruptura con la razón ilustrada, como respuesta al fracaso del proyecto modernista, al que se achacan todos los males de nuestra sociedad: la destrucción ecológica y el antihumanismo (regímenes autoritarios, guerras, violación de los derechos humanos...).

La posmodernidad aboga por vivir el momento presente, por un narcisismo individualista y por el rechazo de grandes relatos que pretendan dar sentido global a nuestra historia más allá de nuestras pequeñas y cotidianas historias.

Se pueden distinguir tres etapas y dimensiones en la génesis de la posmodernidad:

artística: desde la década de 1950 la sensibilidad artística captó el fracaso del mito racionalista, y generó una arquitectura, plástica, música, cine y literatura fuera de esos cánones;
filosófica: aunque con precursores (Nietzsche, Freud, Marx), a partir de los años 70 surgen los teóricos de la sospecha: pensadores como Gilles Deleuze, Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni Vattimo,Jacques Derrida, Gilles Lipovetsky, Alain Badiou, Durkheim, Basil Bernstein, Bourdieu...
social y antropológica: finalmente, a partir de los 90 (la caída del muro de Berlín y la masificación de las nuevas tecnologías), la posmodernidad impregnó la sensibilidad de grandes sectores de la población occidental, generando un nuevo tipo de persona y de sociedad.

La modernidad (Ilustración) se caracteriza por:

a) el asentimiento de la burguesía

b) el mito del progreso indefinido

c) la comprensión histórica, no cosmológica, del hombre

d) el protagonismo social de lo económico

e) la relegación de lo religioso a la conciencia individual

Quien desee profundizar en la historia de las ideas de los últimos siglos, y en particular la modernidad, puede escuchar la serie de conferencias de Mariano Fazio colgadas en YouTube. Aquí tienes la primera:

Por su misma reacción anti-racionalista, la posmodernidad no admite una comprensión meramente intelectual. La componen una amalgama de desencantos, sentimientos, anhelos, pensamientos, sensibilidades, heridas, tendencias naturales, carencias, etc.

La posmodernidad sigue empleando terminología escolástica y moderna, pero con un sentido muy distinto, porque esos conceptos ya no forman un sistema sino que poseen un significado autónomo. Se ha comparado el lenguaje de la posmodernidad a los despojos de un naufragio: se les puede llamar "timón", "mástil", "salvavidas"... ("libertad", "amistad", "felicidad"...), pero no son lo que eran. Hay que tenerlo en cuenta para saber cómo es entendido hoy un discurso moderno.

Por eso, distintos autores han propuesto una aproximación intuitiva a la posmodernidad a través de ideas-imagen: "fin de los metarrelatos", "abolición de los marcos referenciales", "ruptura verdad-libertad-felicidad", "sujeto narcisista", "nihilismo banal", "autenticidad"... Pero los que más aceptación ha conseguido son sospecha y realidad líquida: pincha en este botón para saber

Para entender el origen histórico de la posmodernidad, remitimos al libro de Mariano Fazio Historia de las ideas contemparáneas.

En la clave intuitiva de un microrrelato, tan posmoderna, podríamos decir que se da un cierto paralelismo entre los 21 siglos de civilización cristiana y la biografía de un joven de 21 años, de forma que quien esté en condiciones de comprender la vida y la mentalidad de un hijo de 21 años, de alguna manera comprende la historia de Occidente y su situación actual. Este botón te lleva a un microrrelato titulado: La historia de la

Buena parte de las costumbres hoy asentadas en nuestra sociedad no estaban ni siquiera en la cabeza de los padres constitucionales de 1978. La edición de 1979 del Diccionario ideológico de Julio Casares no contiene el término "posmodernidad". Y el Diccionario de la RAE del año 2000 apenas le dedica unas líneas. ¿Cómo se explica tan súbita transformación social? Echando mano una vez más de la imagen,lo que ha ocurrido en los últimos 25 años se podría comparar a una ciclogénesis explosiva, fruto de la conjunción de diversos factores.

Una primera causa seguramente se encuentre en la frustración de las expectativas levantadas por la modernidad. La experiencia de la falsedad del mito del progreso indefinido racionalista, de corte elitista, condujo el péndulo al otro extremo de la afirmación individualista y vital, de corte popular. El relativismo posmoderno se presentó como la justificación científica de la entrega individual a los propios gustos.

Además, esta nueva sensibilidad coincidió con la masificación de las nuevas tecnologías, que se demostraron medios de transformación social de una eficacia desconocida hasta entonces. La globalización permitió a crecientes sectores sociales comprobar de primera mano los desajustes de la modernidad y la multiculturalidad mundiales.

Finalmente, una novedad absoluta de la posmodernidad es la separación entre política y poder: los Estados ya no controlan el poder social, y por tanto la política nacional no puede ejercer su función moderadora. Los nuevos centros de poder son globales, y trabajan en la construcción de un Nuevo Orden Mundial. Existen lo que Alejandro Llano llama "decididores", que se reúnen periódicamente en Hildelberg o en otros foros (económicos, masónicos, etc) para marcar las líneas del Nuevo Orden Mundial: