No sabemos lo que nos pasa, y eso es precisamente lo que nos pasa (Ortega y Gasset)
EL PROBLEMA Nº 1
El relativismo es una actitud de la conciencia frente a la verdad: hay que resignarse a que las realidades divinas y las que se refieren al sentido profundo de la vida son sustancialmente inaccesibles, y no existe una única vía para acercarse a ellas. Cada época y cada cultura las expresa de modos diversos, pero igualmente limitados y válidos. El relativismo tiene una motivación teórica (la limitación humana), y otra ética (la dignidad humana).
Es de otra naturaleza que el “error”: el error es compatible con una adecuada actitud de la conciencia respecto a la verdad. Quien afirmase que la Iglesia no ha sido fundada por Jesucristo lo haría pensando que esto es la verdad.
La verdad es como la piedra angular en a que se apoyan la bondad, el amor, la belleza y la sociedad para mantenerse en pie. Por eso, se ha dicho que recuperar la confianza en l razón para alcanzar la verdad es la tarea principal de este milenio, sin la cual no puede haber futuro.
Veamos brevemente cómo afecta el relativismo a la manera de entender la religión, la política y el hombre mismo.
El cristianismo se presenta como la religión verdadera. E implica una síntesis entre fe, razón y vida: la fe enseña que la verdadera razón es el amor, y el amor es la verdadera razón.
En cambio, la llamada "Teología del pluralismo religioso" mantiene que todas las religiones son igualmente válidas, distintos caminos que llevan a una misma meta. Ha sido ilustrado con el cuento indio del rey que reúne un grupo de ciegos que no saben qué es un elefante.
La Declaración Dominus Iesus afirma que la salvación viene de Cristo; en las diversas religiones el Espíritu Santo esparce semillas del Verbo. Es lo que se denomina "inclusivismo religioso".
Asunto distinto es la salvación individual, donde interviene toda la persona.
RELATIVISMO Y RELIGIÓN
RELATIVISMO Y SOCIEDAD
Justificación práctica del relativismo: o se renuncia a la pretensión de formular juicios de valor sobre las diversas formas de vida, o se renuncia a defender el ideal de la tolerancia, para el cual toda concepción vale igual o al menos tiene el mismo derecho a existir. No se puede obligar a casarse con una persona del mismo sexo, pero si alguien lo quiere tiene que poder hacerlo.
Esto se manifiesta en el modo como que el relativismo se enfrenta con la postura “realista”: “fundamentalismo religioso”, no que la heterosexualidad sea “mentira”, ni que la postura homosexual sea la “verdadera”…
Se presenta como reacción a tantas veces como la libertad se ha sacrificado violentamente en el altar de la verdad. Pero hace eso mismo al revés: sacrifica violentamente la verdad en el altar de la libertad.
La solución pasa por diferenciar planos:
-
teórico: las tesis especulativas no son democráticas ni autoritarias, privadas ni públicas, fuertes ni débiles, buenas ni malas. Son verdad o mentira. El embrión es o no es hombre. Jesucristo es o no es Hijo de Dios;
-
ético-político (el campo de los derechos civiles y la estructura del Estado): las tesis sí son democrática o autoritarias, justas o injustas, conservadoras o reformistas;
-
hay realidades que son objeto de conocimiento verdadero y de regulación práctica según justicia (como el matrimonio): en caso de conflicto, se ha de procurar salvar la verdad y la justicia con las personas. La Libertad de religión, p.ej, no es canonización del relativismo.
RELATIVISMO Y PERSONA
a) desarrolla la dimensión técnica de la inteligencia (de dominio), mientras abandona la dimensión sapiencial (de sentido). Esto conlleva el predominio de los impulsos hacia los valores vitales individuales (placer, poseer…), y ausencia de trascendencia tanto horizontal (hacia los demás) como vertical (hacia Dios);
b) corrompe el concepto de libertad (“libertad de”). Filosofía dogmática de la felicidad: el problema de la verdad es inútil y nocivo. “La dictadura del relativismo”. Es ateísmo práctico (incompatible con la Creación y Providencia).
